miércoles, 25 de enero de 2012

LA GOTA FRÍA


                                                            

Juro que es verdad que hoy tomé café en Lekune con alguien a quien solo trataba en una red social virtual, esas redes donde todos queremos pescar atunes –vamos a decir la verdad- pero donde solo acabamos cogiendo morralla y como mucho salmonetes.

Pero esta reflexión filosófica no va sobre las redes sociales sino sobre este extraordinario personaje que he conocido hoy. Resulta que se quiere establecer en Marbella y está buscando oportunidades y hablando con gente que conozca la ciudad. Ya lleva cuatro viajes de tanteo, y cada vez que viene se junta con individuos que ni conoce ni sabe si le están contando cuentos para estafarlo. 
En este viaje el elegido he sido yo, un humilde y honesto abogado que lo único que sabe es practicar yoga y ser presidente de un club de tarados. 

Él pide un expresso y yo un café con leche, el expresso ya me pone en guardia, no me suelen gustar los tipos que piden esos cafés tan pequeños y negros, no sé porqué. El tipo llevaba un traje intentando aparentar, pero a mí no me la da porque el traje es barato y tiene las marcas brillantes de la tabla de planchar. No llevaba corbata y vestía una camisa a rayas que probablemente le compraron sus padres hace 27 años cuando se graduó. Pero lo peor, el signo fatal, era la camiseta blanca que asomaba debajo de la camisa, con el borde del cuello sucio y de un tejido como de poliéster de saldo. Para rematar el cuadro resulta que se tiñe el pelo.

Tragué saliva cuando nos sentamos, y como ya era tarde para salir corriendo, rogué a la virgen todo el tiempo para que nadie conocido entrara en la cafetería durante el encuentro con este personaje.

Resulta que el tipo es italiano, y cuando le pregunté que dónde vive me soltó que en muchos sitios, que su mujer con el hijo pequeño en Holanda, que él entre Milán y Malta, y el hijo mayor en Toronto, yo le contesté “ah, ya”.  A partir de ahí fue todo coser y cantar, el tío no paró de hablar, todo en inglés, estuvo media hora en la que ni tomó aire, y yo me limitaba a sorber mi café. A mitad ya de la disertación yo había perdido el hilo y cuando llegó a la disyuntiva de si montar una agencia inmobiliaria especializada en casetas de lujo para galgos rusos o una churrería ultramoderna con vistas al mar, yo ya me veía viajando en una nave interestelar a la altura de Andrómeda y unos habitantes con orejas enormes se reían de mí y me hacían cortes de manga.

Cuando conseguí aterrizar de vuelta del viaje espacial que duró varios años luz, el individuo estaba ya pagando los dos cafés y para disimular le pregunté a qué se dedicaba, y va mi me lanza que a “man power recruitment” de asiáticos hambrientos por encargo de hombres de negocio árabes, en ese momento mi hemisferio izquierdo se recalentó y realizó una traducción de urgencia: eso es como trata de esclavos pero en versión ultraliberal anglosajona.
Cuando nos dimos la mano en la calle, se me acercó un poco inclinándose y soltándome todo su tufo me dijo que si quería esta noche ir de copas con él “a divertirnos por ahí”, yo le dije que lo sentía en el corazón pero que esta noche tenía una cena de negocios muy importante.

Volvía, por fin, a mi despacho, y comprobé que me resbalaba una gota fría por la frente. Ese debe ser el fenómeno de la gota fría.

2 comentarios:

  1. Madre mía José María! después de este análisis de tu acompañante, mejor no nos conozcamos, mejor te hagas la idea que quieras de mi.
    Es que vamos, no hay nada aprovechable, que tío, has conseguido que lo aborreciera yo también y espero que no entre a leer esto porque vamos, que lo has dejado fino jeje
    Menos mal que no pido nunca cafés, pero si cortados y espero que no tengas nada en contra de ellos, a menos que le tengas tirria a los que son descafeinados jeje porque de ahí no me sacan jeje
    Que propuestas más raras, es que hay gente para todo ee
    Me has tenido expectante todo el rato con el relato. Ha sido como una peli de suspense.

    Ten una feliz tarde, besitos azules muassssssssss

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  2. Valiente personaje!!!! No sería este el tipo ese que me querías presentar el otro día!! Que miedo JoseMaria! En que lios te metes. Esto de las citas a ciegas, aunque sea de trabajo, lo veo un poco arriesgado. Imagínate que paso yo por Lekune ingenuamente y te encuentro con semejante tipo, y con camiseta interior, que sería en lo primero que me habría fijado. Nuestro presi con un tipo con camiseta de tirantes y brillos en el traje....

    Bueno, presi, que esto te sirva de experiencia y material para relatos.

    Besos

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