domingo, 24 de marzo de 2013

Por escribir poemas en la cama

Mañanas grises revueltas de asombro, en una cama de curiosidad acalorada, una cama de humedades puestas en duda. Te das la vuelta sin querer más, solamente por cambiar de postura. Y te abrazas a nadie, pero te agarras a algo, a una certeza quizá.
Entonces pia el pájaro de Whatsapp,
nunca se sale de la trama en una mañana gris
nunca te escapas de ese cuerpo que te atrapa
falso, no te ama, no eres feliz...

Solo es imaginación alimentada en soledad
solo en soledad, íntima soledad
pero el viernes no eras tú quien me llamaba,
Voz desconocida, grave y ahuecada, al teléfono
contándome la deseada mentira,
que el rio no era rio, que no había nevado por fin,
era mi nombre entre besos largos, no eran palabras robadas

Pero, ¿y si todo pudiera ser verdad?
¿solamente por escribirlo?, quien pudiera,
pensar que hace un viento blanco,
que una puerta se abre, las nubes se reflejan en la orilla,
soñamos que escribimos poemas de cualquier cosa
y que la noche cae, y un cuchillo brilla...
entonces somos Lorca, Auden, Neruda, Eliot o Borges.

El viernes estaba vacío, mojado, y así pasó una semana y llegó este sábado y este domingo, hasta que hoy decidí recorrerlo en asombro, en pura curiosidad, para que nada ni nadie me esperara, para que ninguna duda, ni siquiera un pensamiento pudiera darme una pista. Avancé aparentando solvencia y como si nada me importara...y así hasta escribir una historia...

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