No temo a las noches de poesía.
Ya no, ya no hay miedo
no en las noches negras
porque me enseñaron
a levantar la vista, al cielo
y contar estrellas, todas
un cielo de historias
que nunca ocurrieron.
O quizá sí, y tú eras el protagonista
con esa voz quemada
de tabaco y lágrimas, sugeridas.
¿Y las almas en duelo?,
dolidas
poetas iniciados de ojos abiertos,
de admiración absortos e incrédulos.
¿Crímenes contra la humanidad?, mentira
¿cometidos por vecinos?, cualquiera
¿por ejércitos de ruindad?, al norte,
historias de nazis del día a día,
violencia de ida y vuelta.
No tengo miedo a la noche
si la ilumina un poeta.
Los contadores de historias pueden llenar de un miedo a las noches que sea capaz de borrar el valor que demuestras en tus letras.
ResponderEliminarEl levante te trajo el valor y te susurró un compendio de historias que han ocurrido en la mente del mundo, en el alma del reloj que avanza el tiempo. Y las plasmas de un modo muy sereno, vas aumentando la intensidad de las palabras, desde que empiezas hasta que terminas. Después explotas con la violencia de ida y vuelta, y cuando vuelve, recuperas el valor para enfrentar a la noche del ser humano.
Yame he puesto al día... Malditas conexiones y malditos relojes que avanzan a velocidad metafísicas ^_^.
gracias Juanjo, te voy a tener que pagar por comentarme,jeje. Me animas mucho a escribir poesía! un abrazo...
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